Tú, verano

Verano, para todo. Sale el sol, la alegría y la energía. Todo parece encontrar su lugar, ante un problema, un baño en el mar o una caña con los amigos, al final todo parece más sencillo desde aquí, desde el calor, ardor y entusiasmo. Siempre que llega esta época, pienso que también dentro de nosotros somos estaciones, a veces invierno, cuando todo parece ir mal, a veces otoño cuando todo parece que cae por su propio peso, esperando ver nacer nuevas historias que llegan con la primavera, avanzándonos que en verano seremos libres y podremos llenarnos de lo que tanto nos gusta, viviendo.

Me gusta ver cuánto confiáis, de todo lo que os llenáis y como las pilas se cargan sin más. Me gusta ver vuestras sonrisas, escuchar los comienzos de nuevas historias y que me habléis de pasado como si habláramos de hace años cuando en realidad, fue ayer cuando batallabas. Me gusta sentiros más coherentes, afines y vinculados con vosotros mismos, con la esencia de quienes sois, como si cada rayo de sol os recordara cada valor que os sostiene.

En fin, me gusta el verano de ahí fuera, y el verano de ahí dentro.