Cuando la relación empieza a deteriorarse y se piensa seriamente que no se aguanta más y no se ve salida, es el momento de plantearse la posibilidad de que alguien ajeno y profesional pueda echar una mano. La posibilidad de la separación está siempre ahí, pero hay que tener en cuenta que es muy dolorosa, sobre todo cuando hay hijos pequeños, por lo que tanto para solucionar como para romper, es beneficioso pedir ayuda profesional.
La terapia de pareja es cosa de dos y normalmente es uno el que da la voz da alarma y el otro, al menos, tiene que estar dispuesto a colaborar. Si no es así, el que ve el problema todavía acudir al profesional, que podrá ayudar aunque, lógicamente con menos capacidad de maniobra. El principal problema en el fallo de la terapia de pareja es que se acude al profesional cuando ya no hay solución, por ello es importante que tengáis en vuestro abanico de opciones, esta posibilidad de superación.
- La intimidad.
Los problemas aparecen cuando, en la relación, no se origina un ambiente en el que ambos se sientan seguros para expresar sus sentimientos y temores. Una pareja funciona cuando tiene la posibilidad de mantener un contacto emocional con el otro. Esa comunicación no tiene que ver necesariamente con hablar, sino, entender las claves no verbales del otro. Las parejas pueden tener una posibilidad de intimar sin dialogar.
- La diferenciación.
Diferenciarse significa constituirse como individuo autónomo, distinto de la familia de origen. Es alguien que es capaz de entregar seguridad, de compartir, sobre todo en la sexualidad. Esta falta de diferenciación con el grupo familiar originario suele aparecer en los primeros años del matrimonio, generando conflictos incluso en los temas más triviales, como la elección de un determinado producto para lavar o una marca de comida enlatada.
- El poder y el control.
En la medida en que la pareja logra compartir la posibilidad de ejercer el poder y el control, las posibilidades de conflictos son mucho menores. Con esto se refiere a la necesidad de distribuir las obligaciones domésticas en base a límites flexibles, que permitan a todos formar parte de las tareas del hogar.
Sin embargo, las parejas actuales suelen caer el lo que los especialistas llaman reagudización del vínculo, y en esos casos se pierde la equidad de la relación y comienzan las dinámicas de resentimiento. Eso sucede cuando cada uno tiene un rol rígido: uno es siempre el que decide, el otro el que acata; uno es el que cuida y el otro el cuidado; uno toma el liderazgo de la relación y el otro la sigue. La persona que está abajo en esta relación termina deprimida y con problemas de autoestima, porque no se siente valorada.
- Los daños al apego. Para los psicólogos, existe en el amor adulto el apego, es decir, la necesidad de que el otro esté presente en los momentos en que lo requerimos. Así, cada vez que esto no sucede, se produce un daño.
En la capacidad para establecer el apego influyen las vivencias que las personas tuvieron de pequeñas, sobre todo el vínculo madre e hijo. Los conflictos surgen cuando hay apegos que no encajan, como por ejemplo, cuando una persona que para poder calmarse necesita estar sola, porque de chica no tuvo quien la calmara y aprendió a aislarse, se empareja con una que necesita mucho del otro. Si surge una discusión, uno se va a cerrar y el otro buscará desesperadamente que lo abracen o seguirá discutiendo hasta que se pase la irritación. Ahí es cuando aparecen círculos viciosos.
- La pasión amorosa.
En este caso, los problemas aparecen cuando uno de los miembros desea pasar a la siguiente etapa de la relación, la de amor más estable, superando el enamoramiento inicial.
Este tipo de conflicto suele desencadenarse luego del nacimiento del primer hijo, cuando el hombre muchas veces siente que su mujer perdió el deseo por él, sin darse cuenta de que se encuentran en otro momento de la relación. Los especialistas señalan que es durante esta etapa cuando se producen más infidelidades.
- La definición de la relación
Este punto está relacionado con el compromiso, y con las dudas que a veces surgen acerca del vínculo que une a la pareja. ¿Qué hace que quieras estar en la pareja?, ¿qué hace que te quieras ir?, ¿cuáles son los recursos de la pareja y cuáles son los conflictos que los distancia?.
- Comunicación en la pareja
Por mucho amor que haya entre dos individuos, una pareja se compone de dos personas diferentes, por lo que la comunicación no siempre es evidente. Es normal que dos experiencias y dos personalidades distintas no siempre están de acuerdo. La clave está en saber comunicar para disfrutar de un diálogo constructivo y evitar problemas o conflictos.
Otros temas:
- La jubilación.
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